La parálisis por análisis es una de las formas más habituales de procrastinación.
Además es una procrastinación autocomplaciente, nos autoengañamos diciendo que es necesaria.
Seguro que te suena esta situación, quieres hacer algo y no sabes seguro cómo empezar y acudes al centro de información por excelencia: Google.
Allí das con información valiosa que te permite saber qué camino tomar.
Pero… en vez de tomar el camino… sigues buscando más y más información.
Al final terminas sobresaturada de información que en lugar de ayudarte a avanzar lo que hace es que te quedes estancada haciendo listas de pros y contras por miedo a equivocarte y en busca de un atajo milagroso.
El exceso de análisis te paraliza… o deberíamos decir que te sirve de excusa para justificar tu propia procrastinación.
‘No, es que aún no estoy preparada’ o ‘No, es que necesito saber hacer esto y esto para empezar’
¿Estás segura? ¿o es sólo una excusa?
Consecuencias de un exceso de análisis
Tienes que pensar en las consecuencias que tiene este sobreanálisis de la situación.
- Pierdes el foco.
- Te provoca inseguridad.
- Pierdes el tiempo.
- Corres el riesgo de perder tu propia creatividad.
- No aprendes.
Para bien o para mal, la gente en general aprende de los errores, está bien intentar evitarlos, pero ten en cuenta que perderás también la oportunidad de aprender de ellos.
Superar la parálisis por análisis
Esto, como todo en la vida es más fácil de decir que de hacer, pero para superar este estado sencillamente hay que empezar a moverse.
Tienes que aceptar que no estás informándote si no que estás estancada.
Con esto no quiero decir que te lances sin pensar las cosas, pero sí que cuando empiezas a releer información que ya conocías reconozcas que estás llegando a ese punto de estancamiento.
No busques la receta perfecta, aún en el hipotético caso de que la encuentres, que a otro le funcione no significa que contigo vaya a ser igual.
Utiliza la planificación de objetivos, no hace falta cambiar de año para planificar objetivos, de hecho sería interesante hacerlo más a menudo.
Con la información que has obtenido haz una hoja de ruta con los objetivos que quieres conseguir y divide estos objetivos en pequeños hitos.
Así no te impresionará tanto el proyecto, si no que verás que es algo alcanzable.
Y más importante aún, verás que las consecuencias de equivocarte en la decisión son fáciles de corregir.
Imagina cuáles son las peores consecuencias de errar, pero las de verdad, no en plan telenovela.
Este ejercicio te puede ayudar no solo a perderle el miedo a equivocarte si no también a evitar posibles fallos.
Tómate un tiempo sabático, si ves que le estás demasiadas vueltas a lo mismo, desintoxícate, tómate un tiempo para dedicarte a otra cosa, desconecta, vete de finde, lo que sea, pero deja de pensar en ello, cuando vuelvas al tema, lo verás más claro.
5 Consejos concretos para superar la parálisis por análisis
Como te decía antes, la fase de análisis es necesaria, no es plan de tirarte a la piscina sin saber si hay agua.
Ahora bien, a veces perdemos un valioso tiempo en saber, la temperatura del agua, su composición química e incluso el proceso por el que el agua se ha formado…
Me entiendes ¿verdad?
Tienes que aprender a distinguir las bases de lo que tienes que conocer y pasar a la acción.
Pero decirlo es más fácil que hacerlo cuando ya estás dentro del bucle de la parálisis por análisis, llega un momento en que la cantidad de información te agobia (y eso que mucha es redundante), así que aquí los 5 consejos para salir de ese estado:
La incertidumbre es inevitable ¡acéptalo!
En serio, acéptalo, siempre hay una cierta incertidumbre, en cualquier cosa que vayas a hacer.
Siempre, siempre hay algo que puede salir mal, pero eso no quiere decir ni que vaya a salir mal ni que debas dejar de intentarlo.
Míralo así, ahora mismo ya sabes dónde estás y qué tienes, si no te mueves, yendo bien te quedarás igual.
¿Yendo bien digo? Sí, porque aunque no nos demos cuenta también hay incertidumbre en tu propia situación, por muy segura que creas que sea.
Todos tenemos una zona de confort muy definida y nos cuesta salir de ella, pero es necesario hacerlo para evolucionar.
¿Acaso no animamos a los niños a que aprendan cosas nuevas, a que prueben más allá de lo que conocen? Saca tu niño interior y anímale a que experimente.
Medita qué es lo que necesitas de verdad y toma acción
A veces lo que te falta es algún tipo de formación para poder empezar con tu proyecto, o necesitas hacer una inversión.
Bien, aquí tienes una leve excusa, entérate de lo que necesitas y toma acción.
Apúntate a esa formación, ahorra lo que vas a necesitar o busca financiación, pero empieza ya.
No pretendas tenerlo todo controlado.
Haciendo un poco de autoanálisis, yo creo que a menudo procrastino porque quiero tenerlo todo hiper-controlado, que nada se escape, conocer qué puede ir bien y qué puede ir mal.
Pero realmente ni se puede tener todo controlado ni tiene sentido intentarlo.
Por mucho que leas, siempre hay algo que se nos escapa, además cada persona tiene su propio bagage personal que hace que las experiencias y evolución de cada uno sean distintos.
¿Sabes cuándo conseguirás tenerlo todo controlado? Cuando comiences a andar y veas dónde puedes tropezar tú.
Visualiza el éxito
Ah, la visualización, seguro que has leído sobre eso en miles de sitios relacionados con la productividad y el emprendimiento.
Ley de la atracción aparte, la visualización te ayudará a motivarte, imagínate dónde quieres estar y lo que quieres conseguir, imagina los pasos que has de dar para llegar ahí.
Pero no te quedes ahí, tienes que utilizarlo como motivación para arrancar con tus objetivos.
No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy
Déjate de excusas y deja de procastrinar, revísate la lista de objetivos y tus hitos y empieza ya, cuanto más tardes en comenzar más lo irás postergando.
Ya te hablé el otró día de cómo ser productiva con cero ganas, así que hazte tu lista de tareas y comienza poco a poco, por lo más sencillo.
Verás como empiezas a avanzar y sales de la parálisis por análisis casi sin darte cuenta.
Hasta aquí mis consejos para salir de la rueda de ratón que se disfraza de análisis de la situación.
¿Estás preparada para salir?