Está muy, pero que muy bien todas esas listas de propósitos que tenemos, nuestros objetivos, ya sabes, llega el final de año y parece que ¡zas! este año vas a hacer tu lista y la vas a cumplir toda, todita, toda…
Pero, ah, amiga, pasan los meses y ¿quién se acuerda de la lista?
- enero es complicado, porque hay mucho que hacer y hay que ubicarse
- febrero, oye, que con eso de que son menos días, se nos pasa en un ‘fiu’
- marzo, oh, mira, empiezan a florecer los árboles
- abril, vaya, la Semana Santa
- mayo… con el buen tiempo que hace, vamos a la terracita que luego en seguida llegará el calor y no habrá quién aguante en la calle
- junio, ups, me he comido medio año y encima tengo que mirar ya a dónde me voy en verano…
- julio, demasiado calor para trabajar
- agosto, más de lo mismo, cerebro recalentado, doy pantallazo azul seguro.
- septiembre, vuelta al cole y a ver la lista de lo que queda pendiente (que es todo), entramos en modo agobio
- octubre, buah, a mitad de mes el puente del Pilar, así no hay quien se centre
- noviembre, se nos acaba el año, yo-ya-no-se si no dejarlo para el que viene
- diciembre, ea, a paseo el año, vamos a celebrar la Navidad y en enero nos lo replanteamos
¿te suena?
Lamentablemente a mi sí, no tan exagerado, pero vaya, que algunas cosas van procrastinándose y tengo una manta por tejer desde hace 3 años, ejem…
Así que mi propuesta es, en lugar de hacer planes para el año que viene ¿por qué no tener sólo un gran objetivo para cada mes? Tenemos 12 meses al año, al final del año habrás cumplido 12 objetivos.
30 días, dan para mucho cambio tanto a nivel personal como profesional.
Y hacer un reseteo mensual te ayudará a bajar a tierra ese objetivo, ver lo que has conseguido y analizar lo que no ha funcionado para ponerle solución o descartarlo antes de cambiar de año.
Así que vamos con 10 cosas que podemos hacer para llevar a cabo este reseteo.
Prepara el ambiente para planificar a gusto
Despeja tu mesa de distracciones sólo quieres tener delante tu café o tu té, tu agenda, una libreta, el portátil (o el medio donde apuntes tus tareas) y como mucho una velita para crear ambiente.
Reserva un ratito para tí, sin nada que te pueda distraer, apaga la tele, silencia el teléfono y evita las notificaciones, este es tu rato para poner en orden tus pensamientos y tareas.
Revisa el mes pasado
Obvio y lógico, comienza por comprobar qué querías conseguir y lo que efectivamente has hecho.
- Comprueba tus objetivos y haz una lista de lo que ha quedado pendiente de conseguir
- Comprueba cómo te sientes y cómo te has sentido anímicamente durante el mes, a menudo la procrastinación viene de que efectivamente NO queremos hacer lo que nos hemos propuesto, bien porque son los objetivos de otros o porque creemos que hemos de hacerlo pero no nos llena y tenemos ahí una resistencia interna que no nos permite avanzar.
Elige sólo una o dos áreas de tu vida
Es un mes ¿vale? No podemos pretender ponernos en forma, ser más ordenados, leer un libro de crecimiento personal, aprender a cocinar y de paso algo de alemán.
En estos 30 días enfócate en una sola cosa o 2 si encuentras que pueden ser compatibles, por ejemplo, puedes ponerte en forma y aprender a cocinar, porque implican dos momentos del día distintos, o ser más ordenado y aprender algo nuevo, lo que sea, pero que no se solapen y canibalicen los objetivos.
Haz un inventario de las áreas de tu vida y una pequeña auditoría e intenta comenzar por aquellas que creas que van a ayudarte más a sentirte mejor.
- Salud física
- Salud emocional
- Relaciones sociales
- Carrera profesional
- Finanzas
- Espiritualidad
- Familia
Organiza tu mes
Te recomiendo que tomes un calendario y hagas una visión general del mes que tienes por delante, marca las citas/compromisos que ya tienes, los festivos, viajes, etc.
Ahora, decide cuál va a ser tu objetivo o áreas a mejorar.
A partir de ahí, haz una lista de las cosas que deberías hacer para cumplir o avanzar en tu objetivo.
Y finalmente, traslada esos hitos a tu calendario, si es algo que vas a hacer todos los días, como ejercicio, leer o aprender algo nuevo, agéndatelo reservando el tiempo que necesites en un rato que sepas que tienes para tí, a primera hora de la mañana, por la tarde, el rato muerto del café… lo que sea.
Revisa tus finanzas y tu presupuesto
Sea cual sea tu objetivo, te vendrá bien, sacar un ratito al mes (agéndalo) para revisar cómo van las cuentas de tu banco, tal vez veas algún gasto hormiga que puedas evitar o que incluso quitarlo implique tener más tiempo para tí.
Crea un plan de comidas
Que sí, que sí, que no me estoy colando de post ¿tú sabes la energía que gastamos cada día en pensar qué vamos a cocinar para comer y cenar?
Ten un plan de comidas y verás como se libera muchísimo espacio de tu mente.
En serio.
Elige un libro o curso pendiente
Si eres como yo, probablemente tengas libros todavía sin leer o cursos online pendientes de terminar.
Bien, cada mes elige uno (y sólo uno) y póntelo como objetivo para los ratos sin nada que hacer, puedes llevar el libro en el coche, para los ratos de espera, o acceder a un curso desde el móvil, la cuestión es ir quitándonos pendientes.
Y como gustazo personal, puedes hacer una lista en la libreta o en el apartado de notas de la agenda que sea *Pendientes cumplidos* (o cualquier otro título que se te ocurra, y ahí vas apuntando lo que vas haciendo extra, al final del año, verás en retrospectiva, lo que realmente puedes llegar a hacer.
Manten tu casa limpia y recogida
No te voy a decir que te pongas a hacer la limpieza de primavera cada mes, pero sí que quites el polvo y todo lo que veas que está fuera de sitio, que vuelva a su lugar, la ropa a la lavadora y al armario, etc.
Ya sabes que el desorden visual nos distrae muchísimo.
Haz limpieza en tus dispositivos digitales
La de archivos que guardamos porque no molestan… no molestarán pero al final también distraen, y si lo haces cada mes, no se te hará tan cuesta arriba mantenerlos ordenados.
Comprueba que tus objetivos se alienan contigo
Finalmente, reflexiona sobre tus objetivos ¿te acercan al tu que quieres ser o sólo al que deberías ser? Mira yo, durante años tenía en la lista el eterno ‘mejorar mi inglés’ ¿y sabes cuándo ha mejorado? cuando lo quité de la lista y sencillamente lo disfruté, a través de vídeos de youtube, no con el objetivo de ver vídeos en inglés sino con el objetivo de ver vídeos de temáticas que casualmente estaban en inglés 😉
Y hasta aquí los mini consejos del día, estamos terminando noviembre, así que es un buen momento para auditar dónde estás y dónde quieres estar y comenzar diciembre con un objetivo claro.
Ciao!
