¿Quieres mejorar tu productividad?
¿Te das cuenta de que pasas horas ‘trabajando’ y no te cunde?
Lo que necesitas es cambiar tus hábitos.
10 HÁBITOS PARA MEJORAR TU PRODUCTIVIDAD
1. Crea tu lista de objetivos y divídela.
¿Recuerdas esa lista de objetivos que creaste a principio de año?
Bien, coge uno de esos objetivos y divídelo e hitos (o mini objetivos).
Ahora coge los hitos de uno en uno y divídelo en actividades que puedas agendar en tu lista de tareas.
De esta manera verás como es perfectamente alcanzable, cómo lo tienes que hacer y además no te quedarán excusas para postergarlo.
2. Agenda esas actividades
El domingo (o el día que decidas para hacer repaso de la semana) echa un vistazo a esa lista de actividades y decide cuáles vas a hacer cada día de la próxima semana.
Cada día empieza concentrándote en la actividad ‘estrella’ del día.
Si luego te da tiempo de hacer algo más genial, pero el objetivo es una acción por día.
3. Cambia el «¿qué tengo que hacer hoy?» por un «¿qué tengo que acabar hoy?»
Centrate en que tienes que acabar las cosas, esa sensación de cercanía al ‘Deadline’ nos da ese foco y concentración que necesitamos para ir cumpliendo con las tareas .
4. Intenta madrugar y evita distracciones
La mayoría de la gente es más eficiente trabajando a primera hora.
Así que píllate un buen café (o haz algo de ejercicio y date una ducha) y ponte a trabajar.
Yo intento levantarme al menos una hora antes que el resto de mi familia, y no veas lo que me cunde.
Dicen que de media tardamos unos 20 minutos para empezar a trabajar totalmente concentrados, pero ese tiempo se nos resetea cada vez que paramos para atender una llamada, responder un correo o ir a por un café.
Bloquéate un par de horas sin distracciones, esas dos horas son para tí, no para responder a clientes ni para atender a nadie.
No abras el correo, ni qué decir de las redes sociales…
Silencia el móvil y todas las notificaciones que recibas en tu ordenador.
Es tu momento zen.
Puedes sacar trabajo adelante o sencillamente utilizarlo para agendarte la semana o para hacer un brainstorm.
5. Limita también el tiempo de trabajo
Siempre hablamos de que hay que limitar el tiempo para consultar email, ver redes sociales, etc.
Bien, pues el tiempo de trabajo también, tu cerebro lo agradecerá (y tu familia/pareja/amigos también)
Volvemos un poco al punto 3 y sus ‘dead lines’, ponte horarios, si piensas tengo todo el día para hacer esto, fíjate que seguramente le estés dando vueltas hasta una hora antes.
Ponte lo tengo que tener para las 12 y a las 12 lo tendrás hecho.
Siempre dentro de lo lógico, claro… Se realista también.
Una buena idea puede ser llevar un tracking de tus trabajos, así sabrás lo que cuesta hacer cada cosa de media y podrás agendarlo mejor.
6. No te creas que eres multitarea
No funciona, al final, sí salir sale, pero tardas más que haciendo cada tarea por su lado y además corres el riesgo de dejar pasar detalles.
También he de decir que esto se agrava con la edad, nota a tener en cuenta 🙂
Coge esa actividad que decíamos en el punto 2 y céntrate en ella, cuando acabes a lo siguiente.
¿Que estás trabajando y se te ocurre algo que deberías hacer y no se te ha de pasar?
Ok, ten una libreta a mano para anotaciones, apúntala para que no se olvide y vuelve a lo que estabas haciendo.
7. Toma un descanso cada dos horas
Nuestra concentración es limitada, por eso la DGT recomienda hacer paradas cada dos horas de conducción.
Trabajando con el ordenador no vas a tener un accidente, está claro, pero si haces un pequeño descanso de un cuartito de hora, tu mente volverá a centrarse.
Da un pequeño paseo (aunque sea por casa), haz estiramientos, lo que sea pero aléjate de la pantalla del ordenador.