Ya estamos en marzo ¿qué tal van tus objetivos para el 2019? ¿vas camino de conseguirlos o los has estado posponiendo?
Si te pasa que a estas alturas estás perdiendo la fe en cumplir con tus objetivos, hoy quiero darte unos consejos para mejorar esa organización y planificación y sentir que tú manejas tu tiempo y no al revés.
Tal vez a estas alturas te preguntes ¿no se os está yendo la pinza a todos con el tema de la planificación?
Bien, puede ser que ahora mismo parezca que haya un boom de la planificación de objetivos, pero si lo piensas, el tiempo que no tienes planificado termina escapándose de tus manos.
Unas veces es la procrastinación, otras son los planes de otras personas, otras son ir corriendo de un lado para otro como un pollo sin cabeza…
A ver si te suena, te levantas con todo el día por delante y algunas tareas por hacer, y primero te pones a hacer la comida, después vas a llevar a los peques al cole, luego tendrías que ponerte a trabajar, pero te llama alguien y bueno, lo dejas para luego, después surge que hay que comprar algo, luego te vuelven a llamar, o peor aún, abres Pinterest… y al final de la tarde te das cuenta de que no has hecho nada.
A esto añadele 8 horas de trabajo en una empresa y tienes mi vida cuando no me planifico la jornada..
Ventajas de la planificación de tu tiempo
Piensa en la planificación de tu tiempo como en un compromiso contigo mismo.
La planificación de tu día a día te ayudará a ser consciente del tiempo que realmente tienes disponible y que puedes aprovechar para hacer algo relevante o malgastarlo.
También reducirá tus distracciones ya que cuando estás haciendo algo que tienes agendado eres menos propenso a dejarlo y saltar de una tarea a otra.
Te ayuda a priorizar, cuando preparas la planificación del día, del mismo modo que eres más consciente del tiempo que tienes disponible, empiezas a valorar mejor qué tareas son prioritarias.
Evitarás ir apagando fuegos todo el día, no se, hay algo en la planificación de tareas que nos hace ver el tiempo con perspectiva ¿no te pasa? si estás saltando de tarea en tarea, cualquier cosa mínimamente urgente se convierte en algo que te tienes que poner a solucionar ipso facto, sin embargo cuando estás trabajando de una forma ordenada, haces un apunte y cuando terminas lo que estás haciendo vas a esa ‘urgencia’.
No todo va a ser trabajar en esta vida, si eres de los que se centran tanto en el trabajo que se olvidan de que tienen una vida con familia y amigos, también deberías agendarte tu tiempo para relaciones sociales.
Ideas para mejorar tu organización
Busca un sistema que funcione para tí
Porque no todos somos de papel y boli, ni de agendas ni de Google Calendar.
Piensa en tus propios hábitos y en lo que te funciona a tí.
¿Te chifla tachar tareas? Pilla una libreta y un boli.
¿Tienes muchas citas externas que gestionar a la vez que tu tiempo? Opta por una agenda.
¿Eres de los que no les gusta el papel o lo ve un trasto inutil y prefiere llevarlo todo en el móvil? A por Google Calendar (u otra agenda virtual).
La cuestión básicamente es que lo tengas apuntado en algún sitio (y que lo consultes, claro).
Tal vez pienses que es un paso innecesario, pues tu recuerdas lo que has de hacer, pero si empiezas el hábito, verás como no solo aprovecharás mejor tu tiempo, si no que además requerirá menos carga mental ya que no tendrás que esforzarte en no olvidar nada.
La planificación será más eficiente si registras tus actividades por escrito, no solo por terminar tus propios objetivos si no porque cada vez serás más eficiente a la hora de valorar lo que te ‘cabe’ en un espacio de tiempo concreto.
Fusiona todas tus agendas en una
Yo desde que lo he hecho soy más feliz =)
Olvídate de tener una agenda para el trabajo y otra para tu vida privada.
La verdad es que esto es un win-win en Google Calendar ya que puedes tener varios calendarios distintos y los verás codificados en distintos colores.
Si eres de los que solo utilizan la agenda para el trabajo y cuenta con recordar todos los cumpleaños, comidas familiares, funciones escolares, etc, te recomiendo que dejes de hacerlo, porque luego llegan las prisas porque ‘oh, dios mío, me he olvidado del cumple de mi suegra y he de salir pitando a comprarle algo’.
Me explico ¿verdad? 😉
Inclúyelo todo, utiliza si quieres distintos colores de bolígrafos/subrayadores (o bloques si utilizas un sistema virtual) para que visualmente te resulte más fácil ver qué es trabajo y qué no.
Se consciente de que tu tiempo debe ser tuyo
Y aprende a decir NO.
No es que a partir de ahora tenga que ser un ‘no a todo’, más bien es un ‘ahora no, cuando pueda lo hago’.
Por que a veces damos prioridad a las prioridades de los demás ¿y qué pasa con las nuestras?
Valora lo que estás haciendo, si puedes o no dedicarle tiempo a las peticiones de terceros y cuándo podrás hacerlo.
Esto no sólo evitará que dejes tus proyectos plantados si no que también ayudará a que no dejes plantado el de los demás, por que imagina:
Estás trabajando en tus cosas y te llaman por una urgencia, dejas lo que estás haciendo y te pones con la urgencia (que igual luego no es tan urgente) y cuando estás en ella, aparece una segunda urgencia ¿y ahora qué?
Aprende a respetar tu tiempo, enseña a las personas de tu entorno a respetarlo y valorarlo y serás más feliz 😉
Planifícate semanalmente
Planificarte de forma semanal te permite fijar objetivos más realistas, tienes siete días por delante para hacer lo que necesites y 168 horas potenciales ¿en serio no vas a encontrar el momento para escribir el post del blog, para estudiar inglés o grabar un vídeo para YouTube?
168 horas, sí, has leído bien ¿habías pensado alguna vez en la cantidad de horas que tenemos disponibles en una semana?
Y es que cualquier tarea que digas, voy a dedicarle una hora diaria, te deja disponibles 161 horas más, ¡madre mía!
Ahí te dejo reflexionando…
Te recomiendo que el domingo por la tarde te prepares un té, vayas a tu escritorio, leas tus objetivos (los del año nuevo, los trimestrales, los que sea que quieras cumplir), abras tu agenda y mires las citas que ya tienes, lo que quedó pendiente en la semana anterior y lo que tienes que hacer en la siguiente y empieces a planificar tu próxima semana.
Déjate espacios libres en tu planificación
Porque siempre hay algún imprevisto, o sencillamente hay cosillas que te llevan más tiempo del previsto.
Déjate un colchón de tiempo que te permita absorver esos imprevistos ¿que luego no hay ningún imprevisto? Pues siempre puedes aprovechar ese ratito para ir a echar una cerveza y desconectar o para llamar a alguien por teléfono.
Se flexible
Porque por mucha planificación que hagamos siempre hay cosas que fallan.
Intenta no saltarte el planning a la torera pero ten presente que el hecho de que surja algo que no te permita cumplirlo tampoco es un drama, tan solo tendrás que revisar lo que no has podido hacer, analizar su importancia y reubicar algunas tareas del siguiente día si corresponde.
Y hasta aquí mis consejillos ¿Qué hay de tí? ¿Hay algún sistema de planificación que te funcione súper bien? ¿Algún consejo?
