Ah, la procrastinación esa puñetera enemiga de la productividad…
Seguro que conoces la situación (aunque tal vez no su nombre) sabes que tienes que hacer algo, a veces incluso quieres hacerlo porque sabes que haciéndolo estarás más cerca de tus objetivos, pero de repente…
– uy, que me llaman
– uy, que ahora no me veo inspirad@, voy a ver si dándome una vueltecita me veo mejor
y el mejor:
– voy a ver si encuentro ideas en Pinterest/Youtube…
y terminas viendo vídeos de gatitos O_o
Si alguna de las situaciones anteriores (o todas) te suena, continúa leyendo.
Para empezar, tranqui, no eres la única persona que le pasa esto, de hecho me temo que somos mayoría los procrastinadores que los que tienen la suficiente fuerza de voluntad como para no ir posponiéndolo todo…
Y no se a ti, pero a mí lo de apuntarlo todo en una lista en lugar de darme ganas de ponerme a trabajar, me da ganas de volverme a la cama, a ver si la dichosa lista mengua por arte de magia…
¿Qué nos pasa por la cabeza cuando nos da por procrastinar?
Bueno básicamente es una reacción.
Normalmente tenemos una tarea que o bien no nos gusta o bien nos pone algo nerviosillos, bien porque sea complicado o bien porque nos da miedo el siguiente paso.
¿Y nuestro cerebro que hace?
Pues intentar desconectar y centrarse en otra cosa, mantenerse distraído, vaya, aunque termine trabajando el doble que con la tarea que debería estar haciendo.
Yo un día dibujé una proa vikinga a lápiz y con sombreado por no ponerme a escribir el post que tenía que escribir, no te digo más… Y no te lo pierdas que encima quedó genial…
Lo malo de esto es que realmente es un mecanismo del cerebro para ‘protegerse’ de aquella situación que te provoca incomodidad, así que sigue y sigue distrayéndose.
¿No te ha pasado nunca que estás posponiendo algo hasta el infinito y el día que lo haces porque no te queda otra ni era complicado, ni llevaba demasiado tiempo y encima te sientes como si hubieses realizado el logro del siglo?
Esto, amigo mío, es tu cerebro jugando contigo a las recompensas…
Estrategias para no procrastinar
1 No hagas nada
Esto lo leí hace un tiempo y la verdad es que funciona, cuando veas que tu cerebro se va a buscar otras cosas que hacer, plántate y no hagas nada.
Tu cerebro pretende que te distraigas trabajando en otras tareas secundarias y sentirse productivo.
No lo hagas.
Si no haces lo que deberías hacer, entonces no hagas nada.
¿Y por qué funciona esto? Porque la idea de tu mente es concentrarse en otras tareas, justificarse de algún modo, si te quedas en stand-by, te va a fastidiar tanto perder el tiempo que vas a centrate en lo que debes.
2 Divide las tareas y asígnales una fecha límite
Y por supuesto, convéncete a ti mismo que esa tarea ha de estar hecha ese día sí o sí.
A veces una tarea, no se, montar la web de tu negocio, puede parecer apabullante porque no sabes por dónde empezar ¿verdad?
Ok, pues dividela en hitos y apuntalos en la agenda.
Imagina que quieres tener la web lista en una semana.
- Dentro de una semana apunta: lanzamiento web.
- El primer día apunta: contratar hosting y dominio.
- El segundo: instalar una plantilla.
- El tercero: crear las páginas y ordenar el menú principal.
- El cuarto, quinto y sexto: terminar de crear las páginas y el contenido inicial.
3 Lleva un seguimiento en papel de las objetivos largos o tareas repetitivas
Esto lo vemos mucho en los bullet journal, una serie de objetivos y cuadritos para cada día del mes. Cada día que cumples el objetivo pintas el cuadro, así llevas un seguimiento de tu comportamiento.
Y vaya, lo que fastidia llevar X días pintando los cuadros y que un día te lo dejes en blanco…
Este tipo de seguimiento te puede venir bien por ejemplo para hacer ejercicio o si tu objetivo es escribir todos los días X páginas para un libro…
4 Olvídate de pensar ‘tengo que hacer’
En su lugar piensa ‘hoy voy a hacer’.
La forma en que hablamos a los demás y a nosotros mismos afecta también a cómo vemos las tareas.
El ‘tengo que’ no funciona, suena a obligación impuesta por otros y genera una cierta resistencia, sin embargo, el ‘hoy voy a hacer’ nos envalentona, es como ‘mira, qué bien me organizo que voy a hacer lo que tengo planeado’.
Y finalmente recuerda
5 Mejor hecho que perfecto
Todos conocemos a esa pesada de ‘parálisis por análisis’, lo que tengas que hacer empiézalo, siempre habrá tiempo para modificarlo en posteriores revisiones y si hay algo que no te convence, bien, déjate una nota para volver a revisar, pero déjalo hecho.
Y hasta aquí las 5 estrategias para vencer a la procrastinación ¿Tienes algún truco que te ayude a enfocarte en tus tareas?

Hola, Esther.
Las estrategias 2, 4 y 5 son las que suelo utilizar. Tomo nota de la estrategia número 1.
Un saludo.
Gracias por comentar, la verdad es que la número 1 parece una tontería, pero funciona 🙂