Hoy te propongo, para empezar este nuevo año, reordenar tu vida para reiniciarte ¿te animas?
Creo que si hay algo que la mayoría de la gente ansía es ser más ordenado, es como una especie de búsqueda de mejora contínua, siempre hay algo que se podría mejorar y hoy quiero darte unos consejillos para conseguirlo.
Porque a veces pasa que nos sentimos estancados (o incluso hastiados) y parece que no encontramos el norte.
Yo, por ejemplo, terminé el 2021 con una lista interminable de cosas que quería hacer, proyectos que se me ocurrían, proyectos que quedaron en stand-by y algún día habrá que terminar, este blog y otros que actualizo cuando un santo baja el dedo…
En fin, que estaba muy, pero que muy desmotivada.
¿Sabes esa sensación de que te da igual que hacer? Que si hay que escribir el post, pues se escribe pero, pufff, sin motivación. Pues ahí estaba yo.
Y es que me he dado cuenta que estoy en un punto que no es que no sepa qué hacer o cómo hacerlo, si no que sencillamente necesito darle al botón de reset y replantearme algunas cosas.
Digamos que he decidido aplicar el método Konmari en mi cabeza y oye, por ahora parece que algo vamos mejorando.
¿Por dónde empezamos?
Todos nos hemos encontrado en este punto en algún momento, y si no te has visto en estas…
(léase con voz de octogenario) … ya llegarás a mis años, ya…
XDD
Es ese punto en que sabes que quieres cambiar algo de tu vida, pero por una parte piensas ‘no me da la vida’ y por otra, estás tirad@ en el sofá viendo Netflix y pensando… ‘con lo que tengo que hacer y yo aquí perdiendo el tiempo ¿no me da vergüenza?’
Pues no, no te da vergüenza, tal vez algún cargo de conciencia, pero vergüenza no, que también necesitamos ratos de relax.
Pero ¿te relajas realmente?
Eso sólo tu lo sabes, pero ¿quieres que te diga cuándo me he relajado yo viendo Netflix/Prime?
Pues en la temporada navideña, con todas esas películas ‘simples’, comedias básicas navideñas y sin complicaciones.
¿Soy una persona simple? Pues no lo creo (o igual si, vaya), pero la verdad es que ver esas películas ha sido para mí el equivalente invernal de quedarte embobado mirando al mar…
Pero vamos con el proceso, que si no me pongo a divagar y puedo pasar horas.
Vamos a empezar por definirnos a nosotros mismos, bien por qué tipo de persona eres o bien por qué tipo de persona quieres ser.
¿Perdonaaaa?
Sí, hazme caso, se que no parece tener relación con ser más o menos ordenado, pero partir de lo que eres y de lo quieres ser te ayudará a establecer tus objetivos y ordenar tus ideas.
A visualizarte, vaya.
Yo soy una persona creativa, ya está, ya lo he dicho, durante mucho tiempo pensé que no lo era, que necesitaba siempre un camino marcado para seguirlo y conseguir mis objetivos, pero tras un poco de introspección, de revisar mis avances pasados y ver hacia donde quiero ir o incluso en la gente que llama mi atención, he llegado a la conclusión de que mi adjetivo es: CREATIVA.
Ahora piensa la palabra que quieres que defina tu año, esto seguro que lo has visto en algún otro sitio yo de hecho lo vi en Instagram y me pareció una idea estupenda.
Mi palabra para el 2022 va a ser: FOCO.
Porque veo que muchos objetivos anuales son prácticamente los mismos de años anteriores y me estoy cansando de ir cumpliéndolos a medias, quiero empezar a terminar cosas y liberar mi mente.
Ok, soy una persona creativa que busca foco ¿Y ahora?
Ahora llega el momento de empezar a ordenar de verdad.
Voy a ordenar mi vida en los tres ámbitos: entorno, tiempo y mente.
Psicología del desorden
¿Sabías que el desorden en psicología se atribuye a factores como el miedo?
Miedo al cambio, miedo a que te olviden o a olvidar a otros, miedo a carencias…
Este desorden genera confusión, falta de foco o concentración, caos, inestabilidad, dudas sobre tus metas o tu propia identidad…
Dicho esto, a nadie nos gusta tener miedo (salvo algún sustito cuando ves una película de terror, claro, si no no tendría gracia) así que fuera miedos.
No pasa nada por que las cosas cambien, de hecho, cambiarán igualmente por muchas cosas que guardes, por las carencias no te preocupes, salvo que lo que estés guardando por si acaso desordenadamente sean fajos de billetes y sobre el olvido, bueno, tendremos que gestionarlo para que no ocupe demasiado espacio físico ni mental, este es el desorden más difícil de ordenar, pero todo es posible.
Orden en el entorno
Tu casa, tu zona de trabajo o cualquier otro sitio donde necesites un mínimo de concentración, si está desordenada, se convertirá en una distracción.
Aquí vamos a aplicar el método Konmari, a saco.
Si no sabes lo que es, básicamente es un método que consiste en sacar todos los objetos de una habitación de cajones, armarios, etc., desubicarlos totalmente y luego cogerlos uno a uno y pensar si ese objeto nos aporta felicidad (o nos es efectivamente útil) o no, te quedas con lo que te haga feliz (o sea útil) y tiras o donas lo que no lo haga.
¿Te parece una tontería? Pues no te se decir, la verdad es que muchas cosas las guardamos por inercia, ya sabes, están en un cajón y no piden de comer, pero cuando lo tienes todo fuera y tienes que volver a guardarlo te preguntas ¿y esto para qué lo quiero yo?
Para mí el metodo efectivamente funciona.
Orden en el tiempo
Comprueba tus horarios y los tiempos que tienes.
Cúando eres más productivo o a qué hora tienes mejor luz para hacer tus fotografías, yo que se…
El objetivo es que pienses qué es lo que quieres hacer (hobbies, proyectos…) y en lo que tienes que hacer sí o sí y establezcas un horario como cuando ibas al colegio.
¿Quieres establecer un hábito nuevo como hacer yoga, meditar, etc? ¿Hacer un curso? ¿Publicar en tu blog o grabar vídeos para Youtube? Asígnale una hora, así se convertirá en parte de tu rutina y será más fácil que no te lo saltes.
Ser una persona ordenada te ayudará a enfocarte en tus metas y a no distraerte, a priorizar y ver con claridad el ‘mapa completo’.
Orden en la mente
Bien, he dejado esta para lo último aunque estoy ahí-ahí sobre si debería ser la tercera o la segunda, pero en mi caso, prefiero tener antes una visión del tiempo del que dispongo efectivamente.
Toma una hoja de papel y escribe tu adjetivo y tu palabra para este nuevo año.
Ahora haz un brain dump completo, todo lo que tengas en la cabeza apúntalo en ese papel, todo, lo que te preocupa, lo que tienes que hacer, lo que quieres hacer, tus objetivos a corto, medio y largo plazo, puedes hacer secciones para que no resulte demasiado caótico.
Si vas con tantas ideas en la cabeza como yo, igual te lleva un ratito, también te lo digo.
Cuando hayas terminado, revísalo, comprueba tus objetivos ¿tienen sentido con tu adjetivo y tu palabra? Si no, igual hay alguno que tienes que replantear, cuando estés seguro de ellos, pásalos a una hoja en limpio, a tu planner o donde tu veas.
Lo que tienes que hacer, asígnale una fecha y agéndalo, una cosa menos en la que pensar.
Con lo que quieres hacer, pues lo mismo, si es algo que no te lleve mucho tiempo puedes agendarlo, si es algo como aprender un idioma, tendrás que buscarle un espacio en tu horario y si es algo que tienes en mente pero no es para ahora, pásatelo a la hoja en limpio o a una sección de la agenda que sea ‘Proyectos futuros’.
Con respecto a las preocupaciones, dedícate un momento de paz para meditar sobre ellas y encontrarles una solución o una aceptación, vaya. Puedes meditar, escribir en un diario o hablarlo con alguien, pero tenerlas ahí rondando en la cabeza no te ayudará en nada, necesitamos zanjar cosas para poder dedicar nuestra mente a otras.
Y bueno, hasta aquí el post de hoy, tal vez no sea lo que esperabas, pero la verdad es que a mi me ha encantado escribirlo.
