Listas de tareas interminables, niños, pareja, trabajo, seguro que alguna vez has terminado pensando ‘No me da la vida’, hoy quiero compartir contigo unos consejos para aumentar tu productividad.
Tempus fugit…
ya lo decían los romanos, el tiempo vuela
No puedo hacer que tu día tenga más horas, pero sí que puedo aconsejarte cómo aprovecharlas mejor.
¿Qué hacer para evitar que el tiempo se escape?
Consejos para aumentar tu productividad
1. La famosa lista de tareas.
Sí ya sé que esto está más que dicho, pero en serio, haz una lista de tareas.
Anótate todo lo que tienes que hacer y piensa en qué es lo más importante y urgente que has de hacer y empieza por ahí.
Ten a mano tu agenda y organízate el día.
Solo necesitas papel y boli, hazte una lista y ve tachando.
Tachar tareas completadas ayudarán a aumentar tu sensación de productividad y te volverás más activ@.
2. Desconéctate
Apaga tus redes sociales.
En serio.
Déjate de mirar el Facebook, Twitter o Instagram.
Es más, desactívate las notificaciones del móvil.
Nada más agónico que ver en la pantallita del móvil ‘fulanito ha twiteado después de mucho tiempo’ o ‘a fulanito le gusta tu publicación’ y claro, tú quieres saber cuál es la publicación que le ha gustado a fulanito, darle un like de vuelta, una cosa lleva a otra, y al final, media hora perdida…
¿Te suena?
Proponte un rato para mirarlas pero siempre después de terminar una tarea que consideres importante.
Primero la tarea y luego la recompensa en forma de cotilleo por las redes sociales.
Esto también vale para el correo electrónico, prográmate un momento del día para consultarlo, pero no estés comprobándolo permanentemente.
E incluso para hacer llamadas, intenta hacerlas todas en el mismo rato, así aprovecharás mejor el tiempo.
3. Inicia una buena rutina personal
Siguiendo el hilo de la lista de tareas, acostúmbrate a dedicar un tiempo al final de la semana para pensar en lo que tendrás que hacer durante la próxima semana.
Piensa en el tiempo real del que dispones en cada bloque del día (mañana, tarde, noche) y ve colocando lo que tienes que hacer en los períodos en que te pueda dar tiempo.
Si una tarea no te va a dar tiempo intenta subdividirla en mini tareas, así te resultará más fácil y más motivador ejecutarlas.
4. Aplica el Principio de Pareto
¿Te suena el Principio de Pareto?
También se le conoce como la regla del 80/20.
Según este principio, el 80% de lo que hacemos nos reporta un 20% de beneficio, y viceversa, hay un 20% de nuestro trabajo que nos reporta el 80% del beneficio.
Tienes que lograr encontrar cuál es ese 20% del trabajo que te va a reportar tanto beneficio y enfocarte en él.
¿Cómo descubrir cuáles son esas tareas en las que te has de centrar? Observación, querid@, observación.
Pongamos que eres blogger, mira tus estadísticas, comprueba qué tipos de post atraen más tráfico o cuáles te traen más clicks en Adsense o en tus links afiliados, o hacia tus infoproductos, analiza cuál es tu situación y céntrate lo que funciona.
Con esto no quiero decir que dejes de lado todo lo demás (ya sabemos que lo que hoy funciona, a lo mejor dentro de un año está obsoleto) pero si ahora mismo te funciona, céntrate en ello, consigue beneficios y ya irás adaptándote a los cambios.
5. Concéntrate en tu tarea.
El mayor enemigo de la productividad son las distracciones.
Intenta trabajar en un sitio destinado para ello, un despachito o al menos una zona tranquila de la casa, trata de no trabajar con la tele de fondo o con los niños correteando alrededor.
Céntrate en lo que haces y no te distraigas.
A menudo, las distracciones nos vienen camufladas como posibles oportunidades.
Ya sabes, estás trabajando en un proyecto y de repente ves otro proyecto que te interesa o algo que quieres leer porque te puede venir bien para tu blog.
¿y qué pasa?
pues en muchos casos empiezas a divagar y a saltar de pensamiento en pensamiento y pierdes la concentración en lo que estás trabajando.
¿Cómo evitarlo?
No te voy a decir que pases de las posibles oportunidades porque nunca se sabe, pero, haz uso del botón de favoritos/marcadores de tu navegador, guárdate la página donde está esa ‘oportunidad’ y cuando acabes con lo que estás haciendo, vuelves y lo miras con detenimiento.
6. Evita la odiosa ‘Parálisis por análisis’
Seguro que has oído hablar de ella, es este estado en el que nos vemos atrapados cuando empezamos a analizar y analizar, y tan perfecto lo queremos todo, que no vemos el momento de ponernos a trabajar.
Recuerda, para que un trabajo salga adelante hay que empezarlo.
No analices los posibles problemas antes de que surjan.
Es como si cada vez que fueses a coger el coche te pusieses a pensar en cómo tendrías que cambiar la rueda si pinchases.
Absurdo ¿verdad?
Pues eso, empieza poco a poco y el tiempo y la evolución del trabajo dirán.
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